Mientras la Universidad de Costa Rica y la Caja Costarricense de
Seguro Social intentan llegar a un acuerdo, en los EBAIS pertenecientes
al Programa de Atención Integral de Salud (PAIS)
los pacientes se topan con una puerta cerrada o quizás una ventanilla
entreabierta, pero una atención escueta. Desde hace días, los empleados
se preguntan si tendrán trabajo después de Semana Santa.
Tatiana Salazar llegó esta mañana al EBAIS en Sabanilla de Montes de
Oca con ojos cansados, gripe notable y la necesidad de vacunar a su
hijo. “Son los líderes los que tienen la culpa ¿quién es la máxima
cabeza aquí? Laura Chinchilla. Es intolerable”, se quejaba en evidente
estado de enfermedad, al darse cuenta del vacío. Aun así pudo salir con
el documento que certifica su incapacidad.
“Es una falta de respeto hacia nosotros y hacia la comunidad, que no
se pongan de acuerdo, y no sean concretos en decirnos lo que está
pasando y dar una solución al problema”, lamentó la encargada del
registro de ese centro médico Alba Sibaja. Al tiempo ingresaban un
adulto mayor con su esposa que necesitaba su inyección semanal. Por
suerte el medicamento si estaba en suministros.
El pesar de no tener certeza y la angustia de no recibir un servicio
se repite en Vargas Araya y el resto de EBAIS de Montes de Oca,
Curridabat y La Unión que administraba la UCR, algunos de los cuales
visitó crhoy.com. El enfermero José Luis Bonilla dijo
que se atienden emergencias como personas asmáticas, heridos o presión
alta. Bonilla, al igual que la mayoría de sus compañeros en más de 40
EBAIS, responsabiliza a los directivos de la Caja. “Maneamos un estrés,
en el cual no sabemos si estamos despedidos, si venimos después, si nos
van a dejar entrar,” afirmó el empleado
Según diversos funcionarios consultados las instrucciones vienen de las autoridades universitarias e incluso el Sindicato de Empleados de la UCR (SINDEU). El gremio se opone
a que el servicio caiga en manos de una empresa privada. Este medio
intentó hablar con Mauricio Vargas director del PAIS, pero en su oficina
aseguraron que las comunicaciones las da únicamente la Rectoría.
El diálogo continúa sin llegar a una solución definitiva. En los
barrios de los 3 cantones afectados miles de pacientes resienten la
situación, y médicos, enfermeros, administrativos y conserjes conviven
con la inseguridad, en medio de salones vacíos.
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