MAURICIO VARGAS FUENTES -
Siento gran orgullo por nuestro aporte a la salud pública costarricense
Recientemente publiqué una serie de artículos sobre salud pública y seguridad social en el Semanario Universidad , con el fin de enfocar esta discusión en el nivel académico y técnico que merece, pero lo hice también para responder con altura a los sistemáticos y repudiables ataques de que fui objeto por parte de grupos de presión durante mi corta gestión como director del Programa de Atención Integral en Salud (convenio CCSS-UCR), y que tienen únicamente un claro trasfondo ideológico. Me convertí en el chivo expiatorio de una problemática construida durante prácticamente 15 años (estuve 1 año y 6 meses en la Dirección del Programa).
Debo decir que trabajé arduamente durante ese breve período para salvar el Programa, recibiendo el apoyo de las autoridades universitarias y en total armonía con las de la CCSS y sus técnicos.
Cuando las autoridades universitarias deciden cerrar el Programa por razones respetables, al margen de que las comparta, o no, hice algunos intentos por otras vías para que la Universidad se mantuviera al frente de este importante programa de salud a través de su Fundación para la Investigación (Fundevi), lo cual no fue posible, dado el claro lineamiento de no participación de la UCR en la administración del mismo.
A pesar de que no he respondido a muchos ataques de los que he sido objeto ante situaciones personales dolorosas que viví durante el 2012, y de las cuales no se informó correctamente, he decidido escribir estas líneas, dado que la señora diputada Carmen Granados, en su artículo “Un merecido replanteamiento para los Ebáis”, publicado en la Sección Foro de La Nación , cita mi nombre, planteando que promuevo la privatización de los Ebáis que han estado a cargo de la UCR, para que pasen a manos de empresas cooperativas, y lo hago, entre otras cosas, porque ocupé cargos en ese tipo de agrupaciones. ¡Qué poder más impresionante el que endilgan!
No sé de dónde saca, la señora diputada, esa información. Me preocuparía que fuera de los malintencionados ataques de que fui objeto por parte de los grupos de presión que menciono. Faltaría, entonces, al rigor que debe haber cuando se hacen este tipo de afirmaciones: tener adecuadas fuentes de información.
Voy a contarle brevemente a doña Carmen otra historia:
Cofundador de los Ebáis. Digamos, primero, que soy cofundador de los Ebáis en Costa Rica, junto con un pequeño grupo de profesionales de la salud que tuvieron la visión para proponer un cambio profundo de nuestro modelo de salud en el año 1987.
Digamos en segundo lugar que un Ebáis no es un establecimiento, sino un equipo de salud que tiene como objetivo garantizar el acceso de las personas a los servicios de salud en un plano de equidad (justicia), y, además, promover la salud y prevenir la enfermedad mediante un modelo integral a pequeñas comunidades de, al menos. 4.000 habitantes, que a su vez formaran parte de una comunidad mayor que denominamos “áreas de salud”. Esta es la propuesta que les hicimos a las autoridades de la CCSS y al Ministerio de Salud de esa época.
Asimismo, propusimos la creación de una cooperativa de salud que administrara los servicios de primer nivel por medio de los Ebáis en una de las comunidades del país en la que estuviera previsto el inicio de la prestación de esos servicios por parte de la institución. Hubo aceptación y, de mutuo acuerdo, se escogió Pavas por las grandes necesidades que tenía su población. Nace, entonces, la Cooperativa Autogestionaria de Servicios Integrales de Salud R.L. Esta organización, como su nombre lo indica, es de autogestión, que, de acuerdo con la legislación en materia de cooperativismo en Costa Rica, implica que todos sus miembros son asociados: desde el encargado de los servicios misceláneos hasta el profesional de la salud que atiende directamente a las personas.
Decisiones son de todos. Se trata de una organización que integra el esfuerzo de sus trabajadores, es decir, no es una asociación de capitales, pues lo que aportan sus miembros es su trabajo, y todos ellos toman las decisiones para fijar el rumbo de la organización. Dicho de otra manera, es una organización que democratiza la toma de decisiones. No hay diferencias entre sus miembros. Posteriormente, nacen otras cooperativas, que son, como en el caso de Coopesana R.L., una fase superior de la democratización de las decisiones en el nivel local, ya que en sus órganos de dirección participa la comunidad.
En realidad, debo decir que siento gran orgullo por nuestro aporte a la salud pública costarricense y al fortalecimiento e innovación de nuestra CCSS, pero, además, por haber generado empleo y un ingreso digno para muchas familias, y en calidad de propietarios.
Posteriormente, durante el período de gobierno 94-98, se generalizan los Ebáis en el país. ¿Sabía todo esto, doña Carmen? Me pongo a su disposición para que hablemos sobre salud y seguridad social. Estoy en la mejor disposición de colaborar con usted en la preservación y fortalecimiento de nuestra CCSS.
Pero, como decía Eisntein, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
Mauricio Vargas Fuentes Profesor. Gerencia y Sistemas de Salud. Escuela Salud Pública, UCR.
Fuente: La Nación.
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